fbpx

Miguel Gaviria

Terapia Emocional



Tenía amigos, familia y una vida acomodada.

Todo iba bien.

O eso creía yo.

Era 1999 y la violencia en mi país crecía cada vez más. Un día mis padres decidieron que seguir viviendo en Colombia era peligroso así que ese verano nos mudamos a Barcelona.

Yo tenía 14 años.

Emigrar despertó mi miedo a lo desconocido y ese miedo se apoderó de mí.

No lograba adaptarme a Barcelona. En el colegio se reían de mi por mi vocabulario, pasó más de un año hasta que alguien me invitó a una fiesta y, mientras tanto, los únicos amigos que logré hacer fueron otros extranjeros.
Cuando acabé el colegio, pensé que si estudiaba una carrera universitaria tendría un buen trabajo, un buen sueldo y un buen plan de pensiones. Pensé que eso me daría la felicidad.

Me equivocaba, pero aún no lo sabía.

Así que, para agradar a mi familia, me puse a estudiar ingeniería industrial.
Seguir el camino que otros tenían preparado para mí en lugar de seguir el mío propio empeoró mi situación emocional: estaba más desmotivado, tenía más miedo y sufría más a menudo.
Por si fuese poco, comencé una relación de pareja donde la insatisfacción era diaria.

Así que decidí hacer algo para cambiar las cosas.

Fui a terapia.

Con Carmen aprendí que mi parte inconsciente tiene gran impacto en mi vida y que, a menudo, queda fuera de mi atención. Aprendí que esa parte inconsciente podía ser mi peor enemigo. Me di cuenta de cómo me orientaba a estudiar lo que no quería, o me dirigía hacia relaciones de pareja con mujeres imposibles de satisfacer.

Con la terapia se redujo mi miedo a no hacer lo que los demás esperaban de mí y decidí dejar la ingeniería. Me matriculé en Física; saber cómo funciona el mundo despertaba mi curiosidad.
Acabé la licenciatura más desbloqueado emocionalmente y eso me permitió ver que la Física no era mi elemento.

Me gusta saber cómo funciona el mundo, pero me gusta más saber cómo funcionan las personas. Quería saber cuál era la clave para vivir con alegría y tranquilidad, pero no me atrevía a estudiar terapia emocional.

¿Qué diría mi familia?

Cambié de terapeuta, con Jaume profundicé en mis miedos, mis inseguridades y mis auto-engaños. Pasaron meses hasta que me atreví a estudiar lo que me gustaba, y durante los siguientes años cursé psicoterapia gestalt con especialización en terapia a través de los sueños.

Esa alineación con mis valores tuvo un gran impacto en mi vida.  En ese tiempo logré gestionar mi miedo al rechazo para abrirme a amistades catalanas y establecer una relación de pareja desde el amor, el respeto y la buena comunicación.

Hoy, 15 años después, he aprendido a escucharme y a tomar mejores decisiones para mi vida. Mi proceso de adaptación ha sido un éxito, vivo un matrimonio sano y en enero del 2016 monté mi propia consulta. Ahora, asisto a personas como tú a gestionar sus dificultades psico-emocionales.

El bienestar emocional no es dejar sentir dolor, sino saber qué hacer cuando lo sientes.

Si pudiese hablar con el Miguel de 15 años le diría que estuviese tranquilo, que las cosas mejorarían. Si pudiese hablar con el Miguel de 20 años le agradecería su valentía por acudir a Carmen. Sé que ese paso fue clave para convertirme en el Miguel que soy ahora.

Si hay alguna parte de tu vida con la que no estás contento y crees que puedo asistirte te invito a contactar conmigo aquí. Es posible que, si lo haces, en el futuro agradezcas a tu yo del pasado por haber dado el paso.